LOS PERROS DEL SUEÑO
Es la noche la que ordena
ladrar a sus perros,
la que no concede a sus fauces
el reposo.
Los aullidos lamen el cristal
en la ventana del sueño.
Los aullidos salpican
en mi agitación su ponzoña.
Y mi sueño ya no quiere más noche.
Reclaman sus banderas el amanecer,
las colchas ornadas con mil flores,
súbita primavera, alborozo
que rompe pedernal con pedernal,
exaltación de voces muy antiguas.
Y lo que aúllan los perros,
la baba de sus lenguas, su agonía,
lo callará la noche,
en mis luces más negras estragada.
[PUBLICADO EN LITERARY REWIEW, Nº 45]
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