jueves, 20 de diciembre de 2012

 



 DURACIÓN



Sigues atento
la cadencia de tu respiración,
aspiras con parsimonia su fluido,
porque sabes que el aire no es eterno,
y tú eres un guardián avaro.
Ni permites que nadie lo malgaste,
ni lo malgastas tú
en respiraciones vanas.
Por eso permaneces inmóvil,
sin que te altere
       ninguna circunstancia,
atento a la cadencia
      de tu respiración.











Del libro En la deriva del tiempo. I Premio del Certamen Ciudad de Trujillo 2001






DECIR


Las palabras que siembro
no siempre dan buen fruto,
las que digo se pierden
en los yermos del aire,
se escuchan de otro modo
en oídos ajenos.
Permanecer callado
es dulce tentación,
un manjar que mi lengua
degusta en sus papilas.
Pero mi boca se abre
con ansia incontinente,
de nuevo su decir
es agua que no cesa;
de nuevo es su brillar
quien seduce a los labios,
que al error no dan tregua.







Del libro Flores de invierno. Editorial “Poesía eres tú”. 2012