martes, 3 de julio de 2012


            HEMISFERIOS


Conviene dormir con un ojo abierto
y el otro cerrado, así,
lo que se marcha por el uno
llegará por el otro,
y mientras el derecho se ausenta
permanece el izquierdo vigilante,
único modo de ocupar las dos mitades,
de poseer la sombra y el sol
en ambos hemisferios.
Que mientras el uno se oculta en la noche
no se olvide su gemelo de la luz,
y registre lo que en el mundo acontece,
pues todo corresponde al mismo dueño,
y de él percibirán la recompensa.
El que así duerme nunca está dormido,
ni tampoco despierto.
El ojo dormido sueña con el otro,
a punto de caer derrotado,
y éste conjetura mientras tanto
que el dormido no despertará,
que quizá en su sueño le traicione
y pierdan los dos lo que no tienen:
la sombra que amenaza al vigilante,
la luz que siembra desazón
en el dormido que se sueña ciego.




Seleccionado y leído en la celebración del III Día Internacional de la Poesía en Segovia, 2012
http://www.youtube.com/watch?v=3BgpLppb3wo