UMBRALES
Sales a la noche;
entras en ti
por umbrales ciegos,
sin voz aún,
y sin mirada.
En la estancia vacía
ninguna mano te recibe,
nadie te ofrece dones
hospitalarios, el pan y el agua
que sacian al vagabundo.
Tienes sed, frío, tienes hambre.
Mas sólo encuentras el agua,
la llama, el tibio pan
que tus manos y tu aliento han creado.
Del libro En la deriva del tiempo. I Premio del Certamen Ciudad de Trujillo 2001
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