martes, 29 de marzo de 2011

MENSAJERO



Vienes a decirme
palabras que no entiendo,
a sembrar confusión en mi discurso,
desazón en la calma que me habita.
Pones obstáculos ante mis ojos
de ciego, muros infranqueables,
derrotas asesinas.
Vienes a inocularme una ponzoña
que enturbia el aire de mi pecho
y oprime el corazón
con las cuerdas de sangre.
Y luego huyes descuidado.
Te alejas con aire triunfador
por los pliegues forzados de la risa
y las vías fáciles del sentir
a la estancia plana en que resides,
dejando aquí, casi granada,
la semilla que esconde la amargura.




Del libro En la deriva del tiempo. I Premio del Certamen Ciudad de Trujillo 2001

jueves, 24 de marzo de 2011

ESPERANDO A GODOT



A Didi y Gogo, mientras esperan a Godot;
a la misma hora, en el mismo lugar.



Aún no podéis marcharos,
esperáis a un Godot que se demora,
junto al árbol que llora como un sauce.
Hacedle un asiento a la palabra
-acomodaos en el silencio-,
desataos la cuerda del hastío,
no miréis el péndulo que seduce
las miradas....;
tomáoslo con calma y esperad.
Esperad tranquilos que Godot no aparezca,
pues ahora, entre el boscaje de la duda
asoma una certeza, y podemos creer,
esperanzados, que tan misterioso
personaje no es sino el sonido de su nombre,
la excusa que nos mantiene reunidos.







El poema obtuvo el 2º Premio en el V Certamen de Poesía Dulce Chacón

domingo, 13 de marzo de 2011

UMBRALES


Sales a la noche;
entras en ti
por umbrales ciegos,
sin voz aún,
y sin mirada.

En la estancia vacía
ninguna mano te recibe,
nadie te ofrece dones
hospitalarios, el pan y el agua
que sacian al vagabundo.

Tienes sed, frío, tienes hambre.
Mas sólo encuentras el agua,
la llama, el tibio pan
que tus manos y tu aliento han creado.







Del libro En la deriva del tiempo. I Premio del Certamen Ciudad de Trujillo 2001
CAFÉ


Estás ahí, inmóvil,
atento al giro
que sólo te trae desasosiego,
el corazón en...sí...mismado,
hacia sí vueltas las pupilas.

Mas ya los ojos hieren, fugitivos,
la antigua claridad de los espejos,
una luz que ahora cuidas
con la vana sustancia de la espera.

Sigues ahí, en los oscuros cielos
olvidados por un tiempo que exhala
hedor a rosas muertas.

Nada sucede fuera,
sino tu propio acontecer.





El poema obtuvo el 2º Premio en el V Certamen de Poesía Dulce Chacón