lunes, 21 de febrero de 2011

SIGILO



A tientas, con el cuidado
de quien invade lo prohibido,
penetras la vastedad arcana,
en tus manos una débil candela.

Pretendes descubrir espacios
in
son
da
bles,
amanecer del otro lado
de la sombra,
apresar la luz esquiva,
el aura que nunca vieron
las miradas.

Sólo apresas un leve resplandor
que la bóveda oscura acrecienta.
Mas tu ilusión cree descubrir el fuego,
su origen,
con los ojos ciegos de ceniza,
con un nervio de calladas pulsaciones.

Del libro En la deriva del tiempo. I Premio del Certamen Ciudad de Trujillo 2001

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